Durante el año pasado tuvimos nuestra primera toma de contacto con un cultivo de cáñamo industrial y así experimentar la viabilidad de obtener nuestra propia materia prima.
Uno de nuestros objetivos como marca, siempre fue llegar a poder abarcar todo el ciclo de producto del cáñamo industrial, desde el cultivo de la planta, pasando por el procesado para obtener fibra de cáñamo, la producción de hilos, telas y otros derivados vegetales, y finalmente tanto el diseño como la manufactura de productos útiles, siempre del modo más sostenible posible y apostando por el desarrollo local y el concepto Slow Fashion.
Este artículo podría dividirse en dos partes claramente diferenciadas:
La primera de ellas, la cual estás leyendo, desde un punto de vista puramente agrícola que abarca el cultivo, la cosecha y el secado de las plantas cáñamo – en la que os mostraremos fotografías con una pequeña explicación de su contenido – y en una segunda parte en la que os presentaremos una entrevista a la persona que realizó el laborioso trabajo de separar la fibra de la materia vegetal y su posterior transformación, de modo totalmente artesanal, en hilo y tela.
Cultivo de Cáñamo Industrial
Para iniciarnos en este camino contamos con una pequeña extensión de terreno, no más de media hectárea, enmarcada en otro proyecto asturiano denominado Cañamo Valley, al cual fuimos invitados y que desde mimaría hempworks estuvimos encantados de participar.
Las conclusiones, siempre positivas, nos sirvieron para aprender de nuestros errores y ganar experiencia para mejorar en los próximos proyectos, ya que la oportunidad de unirnos a Cáñamo Valley nos llego con poco tiempo para un buen planteamiento y estudio del cultivo, no siendo los tiempos de siembra y cosecha los mas adecuados, así como la elección de la variedad de planta más idónea para la obtención de fibra textil de cáñamo. (foto 1)
Circunstancias estas de exclusiva responsabilidad por parte de mimaría hempworks, ya que a Cáñamo Valley no podemos estarle más que agradecidos por la oportunidad que nos brindaron de compartir espacio y experiencia de cultivo.
La recogida de las plantas fue, cómo se puede apreciar, de una manera totalmente manual y artesanal. Contamos con la inestimable ayuda de la gente e infraestructura de Cáñamo Valley. En este proceso, recolectamos las plantas y las atamos en ramilletes para su posterior secado, dando especial importancia a los tallos, principal fuente de fibra de la planta.
Del campo pasamos a las instalaciones que nos cedieron, para aplicarles, tanto el secado cómo los métodos que concluimos más adecuados, para el envío, posteriormente, de la materia vegetal al siguiente proceso, la obtención de fibra de cáñamo e hilo. Ésta será la segunda parte del artículo que publicaremos en próximas semanas.
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